Tras la lluvia en el campo, llega la primavera



El invierno tan lluvioso anunciaba que la floración iba a ser abundante esta primavera. El agua de lluvia es el mejor alimento que pueden recibir las plantas. Durante el invierno el crecimiento se detiene y al comenzar la primavera requieren mucha fuerza para la floración y la apertura de los nuevos brotes. Como ha llovido durante muchos días seguidos, el agua de lluvia ha empapado la tierra, llenándola de nutrientes que ahora se van a encontrar las plantas. Bastaba que saliera el sol.

Con el sol y el cielo claro, salí a ver mis árboles y la primera sorpresa fue encontrar flores en las ramas del melocotonero. Un poco pronto. Los primeros en florecer, después de los almendros tempranos que son los pioneros, suelen ser los cerezos. Le siguen albaricoqueros y ciruelos. Luego, melocotonero, y los últimos, membrillos y manzanos. Este año ese melocotonero se ha adelantado, tan grande como el nuestro sería su deseo de sol.




Los naranjos están forrados de puntitos blancos. Dentro de poco esos puntitos serán capullos que abrirán flores de azahar. Las yemas de las higueras también se abren en brotes de hojas nuevas. Los granados ya llevaban unos días deseando abrir, por lo que muestran más hojitas, se ve que adivinaban estos días de sol y no quisieron esperar.






Y no solo en frutales, otros árboles y arbustos comienzan a echar sus flores, como estas de los olmos. Y también los laureles. Y el romero.




Y como ellos, las herbáceas, que no son nada, que si nacieran en cultivos, habría que eliminar como malas hierbas, pero cuyas flores dan color al principio de la primavera. Y si se miran despacio, se descubre que son flores bellas. Si no, mira esta de la foto. Es un jaramago. Más abajo, las de trébol.






El sol es necesario como la lluvia. No solo para que abran de las yemas las flores y las hojas. También es necesario después de la lluvia para que su calor seque. Sin sol, la lluvia puede dar lugar a enfermedades por hongos en las plantas. Algo que temía yo durante tantos días de lluvia. Y algo más que temo, como siempre, es que estos días de sol sean una falsa primavera. Esperemos que no.  

Comentarios