De este plato, muy sencillo, se puede preparar casi todo de antemano. Eso facilita la cocina a quienes trabajan fuera de casa.
El pescado debe estar limpio de piel y espinas. Puedes hacer la receta de igual manera con cualquier tipo de pescado blanco en filetes, fletán, lenguado, pescada, etc.
Para 2 personas necesitas:
2 filetes congelados de pescado blanco
2 patatas
4 cucharadas de tomate natural triturado
1 cebolla
2 pimientos de freír
Ajo picado muy fino o ajo seco molido
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Antes si lo prefieres:
Enciende el horno a 180º.
Lava y pela las patatas. Córtalas a rodajas. Extiéndelas sobre una fuente de horno y riégalas con aceite.
Cubre la fuente con papel de aluminio y hornéalas hasta que estén tiernas. Serán unos 30 minutos en horno con turbo. Apaga y resérvalas dentro del horno. También puedes freírlas en aceite poco caliente en lugar de hornearlas.
Mientras se hacen las patatas, limpia la cebolla y los pimientos y pártelos en juliana fina.
Pon una sartén a fuego mínimo con un poco de aceite y sofríe cebolla y pimiento justo hasta que empiezan a dorarse. Una vez frío consérvalo con su aceite en una fiambrera.
Descongela el pescado.
Poco antes de servir:
Enciende el horno a 200º.
Condimenta el pescado con sal y ajo picado o molido.
Sobre las patatas que están en la fuente extiende el tomate. Salpica todo con un poco de sal y pimienta molida.
Dispón encima los filetes de pescado y reparte el sofrito de cebolla y pimiento sobre los filetes.
Tapa la fuente con papel de aluminio. Hornea durante 20 minutos. Si son filetes gruesos, déjalos un poco más en el horno.
¡Ya lo tienes listo para servir!
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